domingo, 25 de febrero de 2007

PERDIDA LOCALIZADA DE GRASA ABDOMINAL

Desde principios del siglo XX hasta nuestros días se ha ido enfatizando el culto al cuerpo, mujeres con figuras esbeltas, delgadas y hombres musculosos y fuertes. Este hecho ha originado una cultura predominantemente deportiva, es decir, donde los adolescentes y adultos realizan mucho deporte y mucha actividad física, ya sea en gimnasios, en clases colectivas de sala, en clases colectivas acuáticas, etc., todo ello motivado por el bienestar personal y la búsqueda de un cuerpo bonito.

Pero también hay creencias erróneas en este mundillo arraigadas la mayoría de los casos por los anuncios publicitarios, como es la perdida de grasa localizada, es decir, son muchas las personas que a lo largo de su vida, cuando se plantean reducir la adiposidad de la cintura o abdomen, realizan ejercicios abdominales con tal fin. Es absolutamente imposible conseguir una pérdida localizada de grasa, ya que el lugar desde el cual provienen los ácidos grasos como combustible durante el ejercicio depende de factores genéticos, morfológicos, hormonales, etc. Así se pierde grasa allí donde más hay acumulada (Tinajas y Tinajas, 1992; Howley y Franks, 1995), y no existe ningún ejercicio que sea capaz de hacer desaparecer la grasa de una zona concreta. Todo ello se resume en que, simplemente no existe la reducción localizada (A.A.V.V., 1992; Howley y Franks, 1995).

Para perder peso es necesario instaurar programas de ejercicio basado en un tipo de ejercicio muy concreto (aeróbico, donde intervengan grandes grupos musculares, a una intensidad moderada, de 3 a 5 sesiones a la semana, e incluso diariamente con un día de descanso). Y ello porque la grasa sólo puede utilizarse como fuente de energía predominante en condiciones aeróbicas (Terrados, 1992).

A continuación una sesión de 45minutos dentro de un programa aeróbico para la pérdida de grasa y tonificación muscular:

15 MIN DE AQUABIKE (HIDROBIKE)
15 MIN DE AQUAFITNESS
15 MIN DE AQUARUNNING
5 MIN DE EJERCICIOS ABOMINALES EN EL AGUA

EL FLATO Y LAS AGUJETAS

EL FLATO
Desde que yo tengo conciencia, siempre se ha asociado al flato con la ingesta de agua antes o durante la practica de ejercicio, pero esa creencia o pensamiento es errónea. La causa del flato se debe a un déficit de flujo sanguíneo y aporte de oxígeno a los musculos respiratórios, diafragma y musculos intercostales; esto ocurre cuando realizamos ejercicio donde intervienen grandes musculos y el cuerpo no está preparado, es decir, para que los musculos trabajen es necesario un flujo sanguíneo adecuado, y si cuando realizamos dicho ejercicio no se porduce el adecuado ajuste del flujo sanguíneo, algunos musculos como los respiratorios realizan su funcion (las cuales requieren mucha energía) en una situacion de isquemia (falta de oxígeno, debido a la falta de flujo sanguíneo), y dicha situacion de isquemia es la que provoca un dolor agudo en el hipocondrio derecho, que nos incapacita para continuar el ejercicio fisico o para mantenerlo a la misma intensidad y que todos denominamos "flato".

LAS AGUJETAS
¿Cuantas veces todos nosotros nada mas llegar a casa despues de un entrenamiento o del gimnasio nos hemos tomado un vaso de agua con azucar o con bicarbonato para combatir "las agujetas"? pues siento comunicaros que las agujetas no desaparecen tomando bicarbonato o agua con azúcar. "Las agujetas" son un proceso agudo de dolor muscular que aparecen tras haber realizado un esfuerzo y dicho dolor suele aparecer a las 24 horas de finalizar el ejercicio, llegando a permanecer hasta 7 dias. "Las agujetas" aparecen porque en la realizacion del ejercicio fisico se producen microrroturas en el musculo en su unión con el tejido conectivo.
La creencia errónea de que "las agujetas" se producen por los cristales de lactato, hace que se ingiera agua con bicarbonato e incluso agua con azúcar para combatir esots cristales, lo que supone una posibilidad de generar molestias gastrointestinales y ausencia de resultado. Para prevenir "las agujetas" se debe dosificar los esfuerzos de una manera progresiva y gradual; y una vez que aparecen "las agujetas" es necesario repetir el mismo ejercicio que las provocó pero a menor intensidad, pues ya existe cierta adaptación a tal ejercicio